Elegir la bombilla LED correcta implica mucho más que la potencia. La temperatura de color, el brillo y el ángulo del haz pueden cambiar drásticamente la funcionalidad y el ambiente de una habitación.
- Utilice LED de color blanco cálido (2700K–3000K) en dormitorios y salas de estar para crear un ambiente acogedor. El blanco neutro (3500K–4100K) funciona bien en cocinas y baños, mientras que el blanco frío (5000K–6500K) es ideal para garajes o espacios de trabajo.
- Verifique la salida de lúmenes: un LED de 9W suele reemplazar una bombilla incandescente de 60W con unos 800 lúmenes. Para leer o realizar tareas que requieren concentración, opte por LED direccionales con un IRC (Índice de Reproducción Cromática) más alto.
- Las bombillas LED inteligentes permiten cambiar el color y el brillo mediante asistentes de voz o aplicaciones móviles, lo que aumenta la comodidad y la personalización.
Conclusión
Adaptar la elección de bombillas LED al propósito de cada habitación mejora la comodidad y la eficiencia. Observe la temperatura del color, los lúmenes y las funciones inteligentes para optimizar la iluminación en toda su casa.
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